Bueno A. parece que según la Dra. van a hacerte algunas pruebas cromosomáticas y algo más. A tener en cuenta si queremos seguir, pero claro hay que comenzar de nuevo todo al no disponer de embriones vitrificados. Nuevos presupuestos y demás... nos toca pensar...
Mientras como el hombre del traje gris de Sabina (que hoy es el día propicio para ello), me he puesto a recordar en el camino que llevamos recorrido.
Nos conocimos cuando yo tenía 25 años. El trabajo ocupaba el tiempo y no había mucha prisa para que llegara la familia . Tampoco nos preocupaba. ¿Quién iba a pensar lo que cuesta algunas veces?
Llega la treintena, pero seguimos ocupados.... trabajo... nosotros... pereza... comodidad y vives sin darte cuenta que pasan los días.
A mis 33 empezamos con el gusanillo de formar nuestra familia. Y comenzamos a probar , en pocos meses nos veíamos embarazados.¡Qué ilusos! Y pasó el tiempo y no llegó. Habría que buscar ayuda.
Llegan mis 34 y empezamos, primero con una IA . Recuerdo que fue en semana santa y aprovechamos para procesionar nosotros, pero hacia la clínica. En secreto sin decir nada.
No funcionó y alcanzamos mis 35, decidimos que FIV y a por todas. Con todo el proceso completo y justo cuando iba a llegar la punción descubrieron tu tumor.
Prisas, carreras, operaciones... y tras varias craneotomías y radiación se nos dió otra segunda oportunidad. Y te quedaste conmigo. Poco a poco te recuperaste y hoy estás muy bien (siempre pendiente de las revisiones, pero ya con otros aires). Cambian las prioridades, se ven aplazados los deseos. También aprendes a valorar otras cosas y centrarte en lo importante.
Así llegaron mis 40 y volvimos a la carga pero no pudo ser. Ya estamos en mis 42 y se toman decisiones, se crean ilusiones y al final se pierden.
Pronto llegarán mis 43 y pienso si no perdimos momentos. Pero claro ¿quién lo iba a saber? Quizás como al hombre del traje gris lo guardábamos en el cajón sin saber que alguien podría llevárselo.
Y ahora me pregunto ¿quién me ha robado el mes de abril?