
Hemos pasado el día fuera. Comimos con un amigo, celebrando su cumpleaños... bueno .... disfrutando juntos de la vida, porque no hemos podido felicitarle "de verdad" ya que aborrece las demostraciones públicas, pero lo que importa es que hemos querido pasarlo con él.
Ahora ya estamos en casa y el plan de la noche no es nada particular. Sólo estamos juntos en el salón, tú en el sofá viendo el baloncesto y yo en otro lado con mi ordenador intentando organizar los pensamientos para dejarlos aquí.
Me siento contenta sólo de compartir estos momentos, pero no te lo digo, te miro de soslayo. Tú me pillas y me devuelves la sonrisa. Son esos ratos que no necesitan de palabras.
Quizá como la canción de Ronan Keatin
"Dices lo mejor, cuando no dices nada."
Ahora ya estamos en casa y el plan de la noche no es nada particular. Sólo estamos juntos en el salón, tú en el sofá viendo el baloncesto y yo en otro lado con mi ordenador intentando organizar los pensamientos para dejarlos aquí.
Me siento contenta sólo de compartir estos momentos, pero no te lo digo, te miro de soslayo. Tú me pillas y me devuelves la sonrisa. Son esos ratos que no necesitan de palabras.
Quizá como la canción de Ronan Keatin
"Dices lo mejor, cuando no dices nada."