Bueno A. no es que esté dando saltos de alegría, pero ya me voy habituando... Después del disgusto ante el cerrojazo de la empresa me voy haciendo a la idea (qué remedio, no?)Ya sé que te lo he dicho muchas veces estos días, pero... ay qué pena!. Y no por mí, sino por ese compañero que se queda sin trabajo y con su primer hijo a puntito de llegar o ese que ya saltó la cincuentena y lo ve muy crudo...
Y el "cariño" que le pusimos a esto, que hemos visto como iba creciendo ... y ahora se desmantelará gran parte y la otra ... a coger polvo...
¡Qué tonta!, si hasta pensaba en las plantas que se secarán todas.
Pero qué penita más grande...
