Este fin de semana has estado muy triste. Me mirás. Intentas devolverme la sonrisa, pero casi no puedes.
Hemos creado un ritual nocturno, primero te masajeo la cara para que sientas mis manos y olvides esa pesadez constante y después te pongo tu crema, para ayudar a esa piel enrojecida tras la radio. Me muestras tu mejor postura y yo te miro de reojo y dejo de ver tu piel. Ya sólo veo las quemaduras que cruzan tu alma.
Hemos creado un ritual nocturno, primero te masajeo la cara para que sientas mis manos y olvides esa pesadez constante y después te pongo tu crema, para ayudar a esa piel enrojecida tras la radio. Me muestras tu mejor postura y yo te miro de reojo y dejo de ver tu piel. Ya sólo veo las quemaduras que cruzan tu alma.
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