Ultimamente el tema es recurrente, quizás por ello a venido a mi mente este poema de Antonio Machado.
Con un caballito blanco
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
el niño volvió a soñar;
y por la crin lo cogía…
¡Ahora no te escaparás!
Apenas lo hubo cogido,
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
el niño se despertó.
Tenía el puño cerrado.
¡El caballito voló!
Quedóse el niño muy serio
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
pensando que no es verdad
un caballito soñado.
Y ya no volvió a soñar.
Pero el niño se hizo mozo
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
y el mozo tuvo un amor,
y a su amada le decía:
¿Tú eres de verdad o no?
Cuando el mozo se hizo viejo
pensaba: Todo es soñar,
y el caballito soñado
y el caballo de verdad.
pensaba: Todo es soñar,
y el caballito soñado
y el caballo de verdad.
Y cuando le vino la muerte,
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
el viejo a su corazón
preguntaba: ¿Tú eres sueño?
¡Quién sabe si despertó!
Nota: yo no sé lo que aprenderán las nuevas generaciones, pero a mi conforme cumplo años me vienen a la mente los que aprendí de niña ¿por qué será? ¿mi mente me querrá decir algo? La imagen es de la red, pero yo tengo otra parecida cualquier día la escaneo y la cambio
En nuestra mente siempre queda lo que nuestros mayores nos enseñaron.
ResponderEliminarSomos como barro con el cual nos van moldeando hasta que ya secos no tenemos remedio, ya no podemos cambiar.
Saludos.
y que lo digas, además algunos ya somos piedra maciza inamovible
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